El Gobierno de Gambia inauguró un consulado general en la ciudad saharaui de Dakhla, convirtiéndose así en el cuarto estado africano en abrir un consulado en el territorio del Sáhara Occidental administrado por Marruecos.
El reconocimiento de ente virtual siempre tiene una fecha límite, como la fecha de perención de los productos alimenticios de un almacén. Razón de más cuando ese ente virtual se sustenta en la mentira y la desinformación.
El comienzo de una nueva dinámica en el proceso de reconocimiento de la soberanía marroquí sobre sus territorios del sur (Sahara) empezó con la apertura de un consulado en la Aaiún en junio de 2019 y en diciembre del mismo año un consulado general de las Comoras en la misma ciudad.
La inauguración corrió a cargo del ministro de Exteriores y de Cooperación Internacional gambiano, Mamadou Tangara, y su homólogo marroquí, Naser Burita, quienes cortaron juntos la cinta ceremonial, según las imágenes difundidas por la diplomacia marroquí.
El destape de la mentira del Frente Polisario es al contrario un fenómeno histórico imparable, poniendo en entredicho la política insensata y de otros tiempos del país que lo acoge en unos campamentos de la indignidad.
Los mencionados países africanos que abrieron representaciones consulares en Aaiún y Dakhla, están totalmente en sintonía constante con respecto a la cuestión del Sahara Marroquí. Gambia por ejemplo que abrió un consulado general en Dakhla, siempre ha apoyado la legitimidad internacional y los derechos históricos del reino de Marruecos en todos los foros regionales e internacionales.
Muchos países están igualmente interesados en abrir representaciones diplomáticas en las regiones de sur para expresar su apoyo en la maroquinidad del Sahara. Sólo es cuestión de tiempo, porque la marroquinidad del Sahara es irreversible al igual que la marroquinidad de las ciudades de Marrikech, Casablanca o Tanger, en que también se han instalado otros consulados de otros más países.
Además de su significado político y diplomático la apertura de estas representaciones diplomáticas es una acción cierta para el desarrollo de los intercambios comerciales y económicos entre Marruecos y estos países amigos, en el cual jugarán un papel importante en el fortalecimiento en las relaciones entre el Reino de Marruecos y sus raíces africanas, a través de la ciudad de Dakhla, como un verdadero polo económico en el sur de marruecos.
Por su parte en ministro gambiano de relaciones exteriores, el último en inaugurar un consulado gambiano en Dakhla, subrayó que la decisión de su país de abrir un consulado general es un acto de soberanía conforme a las normas y a los usos diplomáticos, añadiendo que este acto se inscribe en la lógica seguida por Gambia desde su independencia, a saber, el reconocimiento de la marroquinidad del Sahara. Reiterando la postura de Gambia, “nunca ha sufrido ninguna ambigüedad sobre la cuestión de la marroquinidad del Sahara y la integridad territorial de marruecos”, en contra posición del la ideologización de este principio practicada por otro países pertenecientes al mundo de la izquierda.
El jefe de la diplomacia gambiana señaló en conclusión que “cualquier critica a esta decisión supone una injerencia maliciosa en las relaciones diplomáticas entre dos naciones africanas soberanas, marruecos y Gambia”
La apertura de consulados africanos en el Sáhara se justifica teóricamente por la existencia de población emigrante de esos países en las ciudades saharauis, pero existe un evidente propósito político que tiene que ver con el apoyo a la tesis marroquí de su soberanía sobre el Sáhara Occidental.
África se ha convertido así en el continente donde con más ahínco Marruecos mueve sus fichas para avanzar en lo que llama la «marroquinidad del Sáhara», mientras que la ONU no consigue hacer avanzar un ápice la indefinición jurídica del Sáhara por la disputa de cuatro décadas entre Marruecos y el Frente Polisario por la soberanía de ese territorio.