Con una economía abierta, el comercio marroquí representa aproximadamente el 80% del producto interno bruto. El aumento del PIB en los últimos años, así como las buenas relaciones políticas y comerciales que ha mantenido a través de varios acuerdos, lo convierten en  lugar de inversión muy interesante. Además, es un buen momento para que las grandes empresas extranjeras y locales participen en el desarrollo económico del país si desean desempeñar un papel decisivo en diversos proyectos en torno a sectores claves como, infraestructura, energías renovables, agroalimentaria o la ingeniería civil. En general, el crecimiento de Marruecos está parcialmente relacionado con el del sector agrícola, que se concentra principalmente en la producción de cereales, que es bastante sensible al cambio climático. La minería y la agricultura son ramas importantes de la economía marroquí, donde actualmente está ampliando sus canales de distribución en la industria pesquera.

Los productos exportados por Marruecos son principalmente los bienes de consumo del cual, el más destacado, es el sector textil, son productos de exportación notablemente populares. También hay productos semiacabados que incluyen ácido fosfórico, fertilizantes y componentes electrónicos como transistores, productos alimenticios como las frutas, verduras y pescado y automóviles. Los países compradores incluyen Francia, España, Reino Unido, Italia, Estados Unidos, India, Alemania y Brasil.

Por otro lado, las importaciones de Marruecos incluyen productos industriales primarios y productos semiacabados, bienes de consumo, bienes de equipo, petróleo crudo, alimentos, combustible, animales y plantas. Importa una gran cantidad de diversos artículos, pero los productos importados más importantes, son los productos energéticos como el petróleo o el gas, así como granos, vehículos, maquinaria, plasticos y materiales de embalaje. Los países que abastecen el mercado marroquí son Francia, España, Italia, Alemania, Rusia, Arabia Saudita y China.

 

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