MARRUECOS EN EL CONSEJO DE SEGURIDAD: LA CONSAGRACIÓN DE UNA DIPLOMACIA REAL, PACIENTE Y VISIONARIA

El 31 de octubre de 2025 quedará grabado en la historia diplomática de Marruecos. Ese día, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó una resolución calificada de «histórica», brindando su apoyo al plan marroquí de autonomía para el Sáhara. Esta votación, lograda por iniciativa de Estados Unidos, corona más de dos décadas de una estrategia real constante, fundamentada en el realismo, la credibilidad y una visión clara del interés nacional.
Una diplomacia constante y visionaria
Lejos de ser un golpe de efecto, este avance es el fruto de un trabajo metódico y sereno, impulsado personalmente por Su Majestad el Rey Mohammed VI desde su entronización en 1999. La diplomacia real se distingue por su carácter estratégico, global y claro. Estratégico, porque se inscribe en la larga duración de la monarquía, privilegiando la visión a largo plazo sobre las reacciones circunstanciales. Global, porque trasciende el mero marco político para abarcar las dimensiones económicas, culturales y humanas. Clara, en definitiva, porque se basa en principios inmutables: la defensa de la soberanía nacional y la promoción de las causas justas del Reino.
La consolidación africana y la diversificación de alianzas
Uno de los pilares de este éxito reside en el re-anclaje de Marruecos en su continente. El regreso triunfal del Reino a la Unión Africana en 2017 marcó un giro decisivo, consagrando una política africana «clara, ambiciosa, solidaria y duradera». Las más de 50 visitas reales a una treintena de países africanos, resultando en más de 1000 acuerdos, han tejido una red de influencia y cooperación sólida. Iniciativas estructurantes como el gasoducto Nigeria-Marruecos o el proyecto de acceso de los países del Sahel al Atlántico ilustran la vocación de Marruecos como puente entre continentes y actor del desarrollo.
Paralelamente, la diversificación de las alianzas ha sido erigida como pilar central. El fortalecimiento de las relaciones con los socios históricos –Estados Unidos, Francia, España, Reino Unido– se acompañó del desarrollo de vínculos estratégicos con potencias como Rusia, China o India. Este enfoque multidimensional ha permitido a Marruecos consolidarse como un socio creíble e imprescindible.
El desarrollo de las Provincias del Sur: la prueba fehaciente
La diplomacia real ha sabido aunar la defensa política con la prueba tangible del desarrollo. El Nuevo Modelo de Desarrollo de las Provincias del Sur, lanzado en 2015 con inversiones colosales, ha transformado la región en un polo de atracción económica y social. Puertos modernos, energías renovables, universidades… Estas realizaciones concretas han ofrecido un escaparate internacional de la marroquinidad del Sáhara, reforzando la legitimidad de la posición marroquí en la escena internacional.
Una mano tendida en la victoria
En su discurso a la Nación del 31 de octubre, Su Majestad el Rey Mohammed VI encarnó la sabiduría de una diplomacia que no busca ni la revancha ni la humillación. Mientras celebraba una «victoria contundente», el Soberano reafirmó el apego de Marruecos a una solución «sin vencedores ni vencidos». Su sincero llamamiento al presidente argelino, AbdelmadjidTebboune, para un «diálogo fraterno», así como a las poblaciones de los campamentos de Tinduf, da testimonio de una visión orientada hacia la reconciliación y la construcción de un Magreb unido y próspero.
La adopción de la resolución 2797 por el Consejo de Seguridad no solo marca un punto de inflexión en el dossier del Sáhara. Consagra la eficacia de una diplomacia real, paciente, coherente y visionaria. Frente a una Argelia cada vez más aislada y a un Polisario en declive, el Marruecos de Mohammed VI ha sabido imponer su realismo como el único camino creíble hacia la paz y la estabilidad regional. Esta victoria es la del tiempo, del trabajo y de una fidelidad inflexible a una visión real ilustrada.
