LA MATERIALIZACIÓN DEL RECONOCIMIENTO DE LA SOBERANÍA DE MARRUECOS

SOBRE EL SAHARA POR ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

La decisión de Estados Unidos de América de reconocer, por una Proclamación firmada por su Presidente, la soberanía de Marruecos sobre su Sahara, marca un giro histórico en el diferendo regional sobre el Sahara Occidental. Ello constituye el resultado de un largo trabajo que se inscribe en la prolongación del apoyo de Estados Unidos a la iniciativa Marroquí de Autonomía en tanto que solución realista, creíble y seria a la Cuestión del Sahara Marroquí.

A este respecto Los Estados Unidos, en la persona de su representante ante las Naciones Unidas Kelly CRAFT, ha depositado una Carta, cuyo contenido hace mención jurídica de su Proclamación Presidencial de reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre su Sahara, a la intención del  Presidente del Consejo de Seguridad Jerry Matthews MATJILA  con ampliación al Secretario General  de las Naciones Unidas, “ANTONIO GUTERRES”. Por tanto, Estados Unidos “pidió que se adjuntara esta proclamación como documento del Consejo de Seguridad” y su distribución a los Estados miembros de Naciones Unidas.

Se trata de una decisión, tanto más importante, que emana de una gran potencia dotada de un estatus permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, que de hecho es garante del Orden mundial, que rige el derecho internacional.

En su faceta jurídica, esta decisión es conforme a los arreglos institucionales propios del Gobierno americano. Tomando efecto inmediato, esta se articula alrededor de cuatro ejes principales y una orden federal de aplicación:

  1. El reconocimiento de la soberanía marroquí sobre la entera región del Sahara;
  2. El Apoyo a la Iniciativa Marroquí de Autonomía como sola y única solución para alcanzar una salida justa y duradera a la Cuestión del Sahara marroquí;
  3. La apertura de un Consulado General en Dakhla;
  4. La promoción de las inversiones en el Sahara marroquí, lo último pero no el menos importante.
  5. La puesta en aplicación de la proclama ejecutiva presidencial americana, cambiando los antiguos mapas de Marruecos en todas las administraciones federales americanas al interior de los Estados Unidos y a través del mundo, por nuevos mapas que llevan el nombre de Marruecos sobre su entero territorio geográfico, desde los litorales del mediterráneo al golfo del Pozo del Lobo (Laguira) en el atlántico. Así como suprimir la apelación Sahara Occidental.

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