CUANDO ARGELIA VOLÓ AL RESCATE DE IRÁN

 

 

Durante décadas, Argel ha mantenido relaciones diplomáticas con Teherán, marcadas por la mediación y una discreta lealtad en momentos clave de la historia.

El martes 8 de abril 2025, sesenta días antes del comienzo de la guerra entre Israel e Irán, Abdelmadjid Tebboune recibió al jefe de la diplomacia iraní, Abbas Araghtchi, en el Palacio de El Mouradia, donde recibió una invitación para una visita oficial a Irán. Aunque esta guerra compromete definitivamente el viaje del presidente argelino al país de los mulás, la invitación subraya no obstante la excelencia de las relaciones argelino-iraníes.

De hecho, el viernes 13 de junio 2025, los diplomáticos argelinos se apresuraron a condenar la ofensiva israelí contra Irán, refiriéndose a una «agresión (que) no habría sido posible sin la impunidad de la que goza el agresor». De los tres países del Magreb, Argelia es el único que ha expresado un apoyo inequívoco a Irán. Lo que ambos países tienen en común es que consideran a Israel su enemigo jurado.

Argel y Teherán tienen una larga historia de servicios prestados, buenos oficios, rupturas y reconciliaciones. En los años setenta, cuando Argel era la Meca de las revoluciones, el Presidente Boumediene se implicó en una operación para solucionar el antiguo contencioso entre Irán e Irak por las fronteras fluviales entre el Tigris y el Éufrates. En marzo de 1975, tras varios meses de conversaciones bajo patrocinio argelino, el sha Mohammad Reza Pahlavi y Sadam Husein firmaron en Argel un acuerdo que ponía fin a este antiguo conflicto.

La edad de oro de la diplomacia argelina

Era la edad de oro de la diplomacia argelina, cuyos servicios Irán solicitaría cuatro años más tarde. Era noviembre de 1979, once meses después del inicio de la revolución islámica liderada por el ayatolá Jomeini. Tras el levantamiento que derrocó al régimen del Sha y le obligó a huir, cientos de estudiantes iraníes invaden la embajada estadounidense en Teherán y toman como rehenes a 63 personas. Estados Unidos quedó conmocionado, y el mundo siguió la historia día a día, con consecuencias imprevisibles. Una decena del personal retenido por los estudiantes fue liberada.

La liberación del resto de los rehenes se vio aún más comprometida por una operación montada en abril de 1980 por la CIA y bautizada como «Garra de Águila», que se convirtió en un fiasco en el desierto iraní. Esta misión imposible empañó el final de la presidencia de Jimmy Carter, al que sucedió Ronald Reagan. ¿Cómo se podía doblegar a los nuevos dirigentes iraníes y recuperar a los rehenes?

Se contactó con Argelia para llevar a cabo una operación de mediación dirigida por el ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Seddik Benyahia, hábil negociador y diplomático experimentado. La mediación argelina era tanto más solicitada cuanto que Argel ya había sido contactada en 1978 por el líder chií libanés Moussa Sadr para ofrecer asilo al imán Jomeini, antes de que éste se refugiara en Francia.

Tras meses de idas y venidas entre Washington, París y Teherán, Benyahia consigue que ambas partes firmen en Argel, el 19 de enero de 1981, un acuerdo por el que Estados Unidos se compromete a no intervenir en los asuntos internos de Irán y a levantar la congelación de activos iraníes. A cambio, Irán accedía a liberar a los cautivos. Al día siguiente, los 52 rehenes estadounidenses pisan la pista del aeropuerto de Argel tras 444 días de cautiverio. Estados Unidos estará eternamente agradecido a los argelinos. Los mulás en el poder en Irán estarán igual de agradecidos.

Estancamiento entre 1993 y 2001

En un momento en que la guerra entre Irak e Irán hacía estragos desde septiembre de 1980, enterrando el acuerdo de Argel de 1975, la diplomacia argelina fue llamada una vez más a desempeñar el papel de buenos oficios para poner fin a esta locura asesina entre los dos vecinos. Y fue al mismo Seddik Benyahia a quien se confió esta misión, que se vería truncada por una terrible tragedia. El lunes 3 de mayo de 1982, el Grumman G2 que transportaba a Benyahia a su regreso de una misión en Teherán sobrevolaba la frontera turco-iraní cuando fue volado por un misil disparado desde un avión. El ministro argelino, ocho miembros de su delegación y los cuatro miembros de la tripulación perecieron.

¿Quién derribó el avión de los negociadores? Los iraquíes e iraníes negaron su responsabilidad. Pero tras meses de investigación, los argelinos presentaron los resultados de sus pesquisas a Sadam Husein en su palacio de Bagdad. Ante el hecho consumado, Hussein reconoció la responsabilidad de su fuerza aérea y ofreció una indemnización, que Argel declinó. Irónicamente, Seddik Benyahia había escapado a la muerte un año antes al estrellarse su avión cerca del aeropuerto de Bamako, en Malí.

Para muchos argelinos, el régimen teocrático de Irán carecía de gratitud y reconocimiento. A principios de la década de 1990, el movimiento islámico estaba a punto de alcanzar el poder en Argelia, gracias sobre todo al apoyo de Arabia Saudí e Irán. Cuando el país se sumió en la guerra civil a partir de enero de 1992, el ejército y los servicios de inteligencia argelinos estaban convencidos de que los iraníes ayudaban y financiaban a los grupos islámicos armados que sembraban el terror.

Tanto es así que, en marzo de 1993, Argel rompió relaciones diplomáticas con Teherán y retiró a su embajador en Sudán, el otro país que apoyaba a los terroristas argelinos. La disputa duró hasta 2001, cuando el Presidente Bouteflika decidió reanudar los lazos con Irán. Visitó Irán en dos ocasiones, en 2003 y 2008.

Incluso tenía previsto regresar en 2010, pero el viaje se canceló. A su vez, recibió en Argel a Mohamed Jatamí en 2004 y a Mahmud Ahmadineyad en 2007 y 2010.  En aquella época, los dirigentes iraníes podían contar con Buteflika para apoyar «el derecho de Irán a adquirir tecnología nuclear con fines pacíficos»../.

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