Asociaciones y organizaciones de víctimas del Polisario se apresuran ha activar sus denuncias en contra de Brahim Ghali

Las víctimas españolas de los actos terroristas perpetrados por el Polisario exigieron el 24 de abril de 2021 la detención inmediata de Brahim Ghali. El jefe del movimiento separatista fue ingresado en un hospital cercano a Zaragoza, bajo una identidad falsa y con papeles falsificados, en un intento de escapar de la justicia española.

Nada más conocer esta noticia, miembros de la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH) y muchos internautas multiplicaron los tuits de protesta, recordando que Brahim Ghali debía responder a la justicia española por numerosos delitos. En este mismo sentido se expresó la joven saharaui Khadijatou Mahmoud.

Nada más confirmarse su presencia en España, desde diversas asociaciones, entre ellas la de las víctimas canarias (ACAVITE), particulares y otras entidades, se han activado las acciones judiciales que existen contra él.

Según el texto de la querella, los delitos de los que se acusa a Ghali, y a otros, son genocidio, asesinato, lesiones, terrorismo, detención ilegal, violación, torturas y desapariciones. Llegó a estar citado a declarar el 19 de noviembre de 2016, a las 11:30 de la mañana, pero no compareció.

Lo que tratan ahora los querellantes, según fuentes próximas a los mismos, es que no vuelva a ocurrir. Que sean adoptadas las medidas necesarias para asegurar su permanencia en territorio nacional hasta que se le pueda tomar declaración y, si procede, ser imputado por los referidos delitos.

Incluso, uno de los abogados personados ha dirigido un mensaje, a través de correo electrónico, a la Comisaría de Policía de Logroño, en el que, le informa de la presencia de Ghali en esa ciudad y les recuerda que se halla investigado en la Audiencia Nacional por los citados delitos. La finalidad es que se adopten las medidas precisas para que no abandone el hospital si no es para comparecer ante los tribunales.

Fuentes marroquíes, consultadas por los medios españoles, no alcanzan a comprender lo ocurrido y, además, manifestaron su extrañeza (y malestar) por lo que ha pasado; sobre todo, porque se tratara de ocultar un trato de favor al que consideran uno de sus peores enemigos.

Lo de la utilización de la identidad falsa se ha llegado a interpretar en estos medios no sólo como un intento de engaño a Rabat sino como un ardid para sortear así a la propia Justicia Española. Se da por hecho que la llegada de Ghali a España, a un aeropuerto en el que, en teoría podía pasar desapercibido, y su ingreso en el hospital de la capital riojana, fue negociado al más alto nivel entre España y Argelia, país que mantiene en su territorio al Frente Polisario, en especial en los campos de Tinduf.

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